18 febrero 2006

Mitos que retoma el Psicoanálisis


MITOS QUE RETOMA EL PSICOANÁLISIS

MITO DE NARCISO
“El alquimista conocía la leyenda de Narciso, un hermoso joven que todos los días iba a contemplar su propia belleza en un lago. Estaba tan fascinado consigo mismo que un día se cayó dentro del lago y se murió ahogado. En el lugar donde cayó nació una flor, a la que llamaron narciso”.

Pero no era así como Oscar Wilde acababa la historia. Él decía que, cuando Narciso murió llegaron las Oréades – diosas del bosque – y vieron el lago transformado, de un lago de agua dulce que era, en un cántaro de lágrimas saladas.
- ¿Por qué lloras? – le preguntaron las Oréades.
- Lloro por Narciso – respondió el lago.
- ¡Ah, no nos asombra que llores por Narciso! – prosiguieron ellas. – Al fin y al cabo, a pesar de que nosotros siempre corríamos tras él por el bosque, tú eras el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza.
- ¿Pero Narciso era bello? – preguntó el lago.
- ¿Quién sino tú podría saberlo? – respondieron, sorprendidas las Oréades – en definitiva, era en tus márgenes donde él se inclinaba para contemplarse todos los días.
El lago permaneció en silencio unos instantes. Finalmente dijo:
- Yo lloro por Narciso, pero nunca me di cuenta de que Narciso fuera bello. Lloro por Narciso, porque cada vez que él se inclinaba sobre mis márgenes yo podía ver, en el fondo de sus ojos, reflejada mi propia belleza.

MITO DE EDIPO

EDIPO REY de Sófocles

Más que ningún otro en Occidente, el mito de Edipo se identificó en primer lugar con la tragedia de Sófocles, que transformó la vida del rey de Tebas en un paradigma del destino humano, y después con el complejo formulado por Freud, que relaciona el destino con una determinación psíquica proveniente del inconsciente.

En la mitología griega, Edipo es el hijo de Layo y Yocasta. Para evitar que se realizara el oráculo de Apolo, que le había predicho que sería asesinado por su hijo, Layo entregó su vástago recién nacido a un servidor, ordenándole que lo abandonara en el monte Citerón, después de haberle hecho perforar los tobillos con un clavo. En lugar de obedecerlo, el servidor confió el niño a un pastor, que a su vez se lo dio a Pólibo, rey de Corinto, y a su esposa Mérope, quienes no tenían descendencia. Ellos lo llamaron Edipo (Oidipous: pie hinchado) y lo educaron como hijo suyo.

Edipo creció, y le llegaron rumores de que no era el hijo de quienes creía sus padres. Fue entonces a Delfos a consultar el oráculo, el cual le profetizó de inmediato que mataría al padre y desposaría a la madre. Para huir de la predicción, Edipo emprendió un viaje. En la ruta a Tebas, se cruzó por azar con Layo, a quien no conocía. Los dos hombres tuvieron una pelea, y Edipo lo mató. En esa época Tebas vivía aterrorizada por la Esfinge, monstruo femenino alado y con garras, que daba muerte a quienes no resolvían el enigma que ella planteaba sobre la esencia del hombre: "¿Cuál es el ser que anda con cuatro patas, más tarde con dos y después con tres?” Edipo dio la respuesta correcta, y la Esfinge se mató. En recompensa, Creonte, regente de Tebas, le dio por esposa a su hermana Yocasta, de la que Edipo tuvo dos hijos (Eteocles y Polinices) y dos hijas (Antígona e Ismene).

Pasaron los años. Un día se abatieron sobre Tebas la peste y el hambre. El oráculo declaró que los flagelos desaparecerían cuando el asesino de Layo fuera expulsado de la ciudad. Edipo consultó a todos. Tiresias, el adivino ciego, conocía la verdad, pero se negó a hablar. Finalmente, Edipo fue informado de su destino por un mensajero de Corinto, quien le anunció la muerte de Pólibo y le contó que él mismo había recogido en otro tiempo a un niño de las manos de un pastor para dárselo al rey. Al conocer la verdad, Yocasta se ahorcó. Edipo se perforó los ojos y se exilió en Colono con Antígona; Creonte retomó el poder.
En Edipo rey, Sófocles sólo adapta una parte del mito (la relativa a los orígenes de Tebas) y la vierte en el molde de la tragedia.


Mito del padre de la horda primitiva

“Psicología de las masas y análisis del yo” (1920)

Mito del padre de la horda primitiva (extracto)

“Dijimos que era posible determinar, en el desarrollo psíquico de la Humanidad, el momento en el que el individuo pasó desde la psicología colectiva a la psicología individual.

Para aclarar esta afirmación habremos de volver rápidamente sobre el mito científico relativo al padre de la horda primitiva, el cual fue elevado más tarde a la categoría de Creador del mundo, elevación plenamente justificada, puesto que fue quien engendró a todos los hijos que compusieron la primera multitud. Para cada uno de estos hijos constituyó el padre el ideal, a la vez temido y venerado, fuente de la noción ulterior de tabú. Mas un día se asociaron, mataron al padre y le despedazaron. Sin embargo, ninguno de ellos pudo ocupar el puesto del vencido, y si alguno intentó hacerlo, vio alzarse contra él la misma hostilidad, renovándose las luchas, hasta que todos se convencieron de que tenían que renunciar a la herencia del padre. Entonces constituyeron la comunidad fraternal totémica, cuyos miembros gozaban todos de los mismos derechos y se hallaban sometidos a las prohibiciones totémicas que debían conservar el recuerdo del crimen e imponer su expiación”.

“Autobiografía” (1924)

Mito del padre de la horda primitiva (extracto)

“El padre de la horda primitiva habría monopolizado despóticamente a todas las mujeres, expulsando o matando a sus hijos, peligrosos como rivales. Pero un día se reunieron estos hijos, asesinaron al padre, que había sido su enemigo, pero también su ideal, y se comieron el cadáver. Después de este hecho no pudieron, sin embargo, apoderarse de su herencia, pero surgió entre ellos la rivalidad. Bajo la influencia de este fracaso y del remordimiento, aprendieron a soportarse unos a otros, uniéndose en un clan fraternal, regido por los principios del totemismo, que tendían a excluir la repetición del crimen, y renunciaron todos a la posesión de las mujeres, motivo del asesinato del padre. De este modo surgió la exogamia, íntimamente enlazada con el totemismo. La comida totémica sería la fiesta conmemorativa del monstruoso asesinato, del cual procedería la conciencia humana de la culpabilidad (pecado original), punto de partida de la organización social, la religión y la restricción moral”.